Estamos/estemos en la calle
No sé si recordaremos bien un eje central que había en las lecturas del domingo pasado: era el eje del miedo, unos discípulos asustados. Nos decía el evangelio textualmente: Estaban los discípulos con las puertas cerradas por miedo a los judíos.Los discípulos encerrados…, con las puertas atrancadas…
Pues hoy, tanto la primera lectura como el evangelio, nos plantean la misión de los discípulos en la calle: Según la 1ª lectura, estaban llenando las calles de Jerusalén con sus enseñanzas; y según el evangelio están en el lago Tiberíades, donde tantos otros pescadores trabajarían.
Es decir, se nos está planteando la misión evangelizadora de los seguidores de Jesús, la misión evangelizadora de la iglesia. Misión de puertas a fuera. En palabras del papa Francisco: iglesia en salida… ir a las periferias.
Misión evangelizadora nuestra y de la comunidad entera
Miremos despacio el relato del evangelio, es el capítulo 21 de Juan. (Este capítulo es como un apéndice, ya que el evangelio de Juan parece terminar en el capítulo 20, allí había una clara conclusión).
En el capítulo 21 el autor sagrado ya no se centra en noticias de la vida, muerte o resurrección de Jesús, sino que aquí es protagonista un grupo de discípulos. Y con unas claves simbólicas, en la primera parte del capítulo, se señalan tres cosas: la misión de la comunidad, la misión de la iglesia; las condiciones para que esa misión dé fruto; y lo que significa Jesús en ella.
Nos paramos un poco en esta primera parte de ese capítulo 21, la parte que se ha proclamado, y observamos detenidamente los detalles:
- Los discípulos ya no están dentro de casa, sino fuera, en el lago de Tiberíades. Han salido a la actividad, emprenden su trabajo, vecinos de tarea de tantos otros pescadores, toda una noche de pesca, y está amaneciendo.
= ¿Estamos nosotros, nuestra iglesia, muy dentro de casa, o evangelizamos en los ámbitos del trabajo, de la calle, donde quiera que amanece?
- Pedro es el que toma la iniciativa: Me voy a pescar.Hay otros discípulos, y todos van con él: Vamos también nosotros contigo, le dicen a Pedro.
= Uno toma la iniciativa, pero todos van unidos, con él… ¿Hay unidad evangelizadora entre nosotros, en nuestra parroquia, en nuestra iglesia?
- Esos otros discípulos, unos pertenecen al grupo de los Doce, los conocemos (Tomas, Natanael, los Zebedeos); otros dos no sabemos, ni siquiera se dan sus nombres, puede que no sean del grupo de los Doce. Además, si los sumamos, son siete, número de totalidad. Es decir, la tarea evangelizadora es de Pedro, de los Doce y de toda la comunidad.
= ¿Sumamos nosotros en nuestra/s parroquia/s las fuerzas?
¿Vamos todos unidos? ¿Ayudamos unos al esfuerzo de otros?
- Los siete han trabajado toda la noche, y no han pescado nada, nada. Pero tras esa noche de fracaso, la suerte cambia por completo, logran una gran pesca: apenas podías sacar la red por la multitud de peces. ¿Por qué el cambio? Porque habían hecho caso al que les dijo que echaran la red al otro lado. Había sido Jesús, desde la orilla: Sus palabras son las que han de orientar nuestra tarea evangelizadora.
= ¿Nos dejamos nosotros orientar por la Palabra de Jesús?
¿Estamos disponibles al cambio que se nos pide?
- La red, aunque eran tantos los peces, no se rompió. Esa red que no se rompe significa la universalidad y la capacidad de la iglesia para recibir a todos: iglesia comunidad de todos…, iglesia abierta a todos…
= ¿Somos los que ya estamos o abrimos la puerta invitando a caras nuevas?
- Los discípulos en el trabajo duro y diario, reconocen al Señor en la calidez de su palabra (muchachos, ¿tenéis pescado?), en el mandato misionero (echad la red al otro lado), y en la abundancia del fruto… Y proclaman diciendo: ¡Es el Señor!
- ¿Y dónde pescan? Están pescando, dice, en el lago Tiberíades. Curioso, es el nombre “pagano”, romano, del lago: el nombre judío era lago de Galilea o lago de Genesaret. Lago de Tiberíades significa el lago dedicado a Tiberio César, romano, pagano, perseguidor incluso. La evangelización ha de llegar a un mundo pagano, extraño, incluso hostil en ocasiones.
= Nuestra misión evangelizadora ¿está yendo a los de fuera, aunque en
ocasiones sea difícil, o estamos entre los de siempre?
Unidos, orientados por la Palabra y con la fuerza de la Eucaristía
Resumiendo, y visto así, el evangelio de hoy nos habla de:
- Iglesia con vida de comunidad:grupo unido,que va a la misión; vida común y actividad misionera en todos los ámbitos.
- La palabra de Jesús es la que orienta hacia dónde y cómo: la misión sin Él está destinada al fracaso, la misión con Él da mucho fruto.
- Jesús está presente, anima, orienta y prepara la comida: toma el pan y se lo da. Él está presente, es la Eucaristía que estamos celebrando…
Con esa certeza, con la fuerza de ese Jesús que nos llama, nos orienta y nos acompaña, alimentados por la Eucaristía, ¡vamos, hermanos a la misión, al mundo, a la gente, a todos… llevando la gran noticia del Evangelio!
Testigos de esto somos nosotros. Llenemos las calles con su enseñanza…
Antonio Aguilera