1. Anoche celebrábamos lo esencial
Sí, anoche, en la Vigilia de Resurrección, celebrábamos lo esencial de nuestra fe, lo que da arranque a toda la vivencia cristiana. (J.L.M.Descalzo, Vida y Mist. pág 362)
Pablo lo expresó muy claro: Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe. Si Cristo no ha resucitado, somos los más desgraciados de los hombres.
Pero no: ¡Cristo ha resucitado!
Sí, hermanos, Cristo ha resucitado. Cristo está vivo:
- Nuestra vida tiene sentido. Nuestra fe tiene buenos cimientos.
- Y en ella todo dolor, todo sufrimiento, tienen sentido: son el grano de trigo que cae en la tierra, que muere, pero que da fruto, mucho fruto.
2. Para anunciarnos este hecho
Para anunciarnos este hecho, hoy se nos proclama el evangelio de Juan (20,1-9): una narración muy pensada, con muchos detalles, indicando lo que es un proceso de fe (desde un “oscuro amanecer” hasta un “vio y creyó”).
Fijémonos en los personajes de la escena:
María Magdalena:
- Destaca la narración a este personaje, a esta mujer, la presenta en primer plano.
- No iría sola (ver sinópticos), pero de ella especialmente habla Juan.
- Vive una turbación enorme: no habla de resurrección, ella habla de robo: “se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”.
- Probablemente fue la primera en ir corriendo a donde estaba Pedro.
Pedro (hoy: Francisco, sucesor de aquel Pedro):
- Importancia de Pedro: a él va con la noticia, de él busca la decisión que sea. ¿Dónde está Pedro? Quizás junto con los demás discípulos.
- Hay emoción contenida… y serenidad.
- Los evangelios le dan ya un lugar central, un respeto especial.
Juan:
- Ímpetu de joven, pero con respeto a Pedro… Pedro es el responsable.
- Juan se asoma, pero “no entró”. Espera a Pedro.
- Pedro llega, entra y se fija en los detalles: vendas por el suelo, sudario enrollado y colocado en un sitio aparte…
- Juan y Pedro contemplan en silencio… No “entusiasmados”… el proceso de fe es lento: callan, observan, miran… se dejan penetrar por el misterio…
- Y por fin Juan “vio y creyó”.
= Hay un proceso en todo esto:
- María Magdalena va a buscar a Jesús: ir a su encuentro…
- Comunica a otros la noticia, es su misión… primera “apóstola”…
- Se da un respeto silencioso, nada de alharacas, de bullicio…
- Hay un constatar los detalles: leer la vida, los hechos… Y creyeron.
3. También nosotros vivimos la fe en proceso
Siempre estamos en proceso: nos iniciaron y lo continuamos.
Alguien nos dijo: “Conocéis lo que pasó…Nosotros somos testigos” (Hech)
Y hemos querido ir a Jesús desde donde estamos y desde lo que somos:
- Magdalena desde una vida azarosa, según la tradición.
- Pedro desde sus negaciones y su terquedad.
- Juan desde su juventud.
Desde distintos lugares y por distintos caminos fueron convergiendo en torno al Maestro.
Igualmente nosotros, cada uno de nosotros… ¿De dónde venimos cada cuál? ¿Por qué caminos hemos llegado al Maestro? ¿Quién nos dio la noticia?
Pero lo cierto y lo grande es que:
- Aquí estamos, gozosamente, con fe y en comunidad de creyentes.
- Hemos visto, nos hemos encontrado con el Señor.
- Somos sus testigos.
- Y Él nos ha escogido para llevar esta gran noticia a otros.
4. Y desde este gran gozo, aunque insertos en la pandemia, ¡adelante!
- Porque ya no nos pertenecemos: somos del Señor.
- Bautizados, estamos injertados en Cristo: “Nuestra vida con Cristo, escondida en Dios”. (2ª lect).
- Y ya “viviendo según los bienes de arriba”, según los criterios de arriba…
- Con la fuerza de Cristo, injertados en Cristo, ¡es posible!
Desde ya, viviendo en Cristo Resucitado:
- Vivamos las jornadas de la pandemia con paciencia y sensatez…
- Pasar por la vida calladamente y haciendo el bien, tiene sentido.
- Y podemos hacerlo cada cual sirviendo en lo que se nos pide, con una llamada de tf a los mayores…, con la ayuda entre los cercanos…
- Nuestra vida entera, hermanos, ya tiene luz… en la Luz que es Cristo.
Nuestra vida entera, resucitados y entregados, ya es luz…
En Cristo Resucitado tenemos luz y somos luz…
¡Vivamos desde la luz que es el Señor!
Antonio Aguilera