1. Comienza la Semana Santa
Con el Domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa.
Es la Pascua: -el paso del Dios por la historia de la humanidad,
-paso de Dios que nos ilumina, nos fortalece y nos libera.
Y es tiempo especialmente propicio para abrirnos a este paso de Dios.
¿Qué panorama hay para estas jornadas?
Muy parecidamente al año anterior, este año seguimos inmersos en una situación especial de dolor en bastantes familias, de miedo en toda la gente, de preocupación generalizada, de salidas restringidas… Es duro, doloroso y triste esto.
Y junto a ello, por contraste, estamos también viendo, viviendo y agrade-ciendo cosas muy buenas que nos hacen alentar brotes de esperanza: hay muchos hombres y mujeres que continúan exponiendo y entregando su vida al servicio de la salud de otros en los hospitales y en los centros de salud…; hay muchas personas que palian la pobreza de otros a través de Cáritas, Cruz Roja, bancos de alimentos, etc.; hay muchos científicos y técnicos en laboratorios buscando la vacuna adecuada que elimine el virus; … Hay mucha gente que, a través de teléfono, whatsapp o de otras formas sencillas a su alcance, se acercan a las personas que están más solas…
Por desgracia, estamos acostumbrados a ver a quien quita vida a otros haciendo el mal de variadas maneras…: así, hace unos días se aprobó la ley de la mal llamada eutanasia… Pero no estamos acostumbrados a contemplar y destacar que hay en la vida gente muy buena y que, puestos en la balanza, pesan más que todos los demás juntos; y su peso es de mucho más valor ante Dios y ante la verdad.
La lectura de la pasión del Señor, que acabamos de escuchar, es una muestra inigualable de quien, por hacer el bien a los demás, entrega la propia vida.
Pues, hermanos, con esta mezcla de preocupación y dolor por las circunstancias que vivimos y, a la vez, de bondad en la vida de tantísimas personas, celebramos este Domingo de Ramos en este año 2021: tiempo muy propicio para ahondar en Dios y para caminar como buenos discípulos, como buenos hijos de Dios, como gente que se quiere entre sí y como gente que busca hacer el bien.
2. La Palabra de Dios hoy
A) Ramos:
- – Es una parte que hoy no hemos podido celebrar con la procesión de Ramos, pero que todos imaginamos y recordamos muy bien: El pueblo que aclama y acoge a Jesucristo como el Mesías enviado por el Padre…
- – Reconoce en Jesús al Salvador… Él es el Esperado… Y se acerca sobre un borrico… “en modo borrico”… Y la gente alfombra el camino con sus mantos y ramas… Dan gritos de júbilo… Cantan…
B) Is 50,4-7 (1ª lec.): Este Mesías aclamado es un siervo…
Es Mesías siendoSiervo de Yahvé.
- – Siervo/discípulo: cada mañana abre el oído para escuchar a Dios: Jesús escucha al Padre, viene a hacer la voluntad del Padre.
- – Siervo en el dolor: este Mesías asume el dolor de los hombres, el dolor de toda la humanidad: No me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban. No oculté mi rostro a insultos ni salivazos.
- – Está seguro en Dios: Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba defraudado.
- – Y su lengua da Buena Noticia y consuela: Se me ha dado la lengua para saber decir al abatido una palabra de aliento.
= Un Mesías discípulo, obediente, decidido, entregado… Y consolando.
C) Filipenses 2,6-11(2ª lec.):Ese Siervo ¿quién es?Cristo es ese Siervo
- – Cristo, que es de condición divina, es Dios, pero se despoja de todo y toma condición de esclavo, como uno de tantos.
- – Más: se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. La muerte de los malhechores, de los criminales, de los excluidos…
- – Y desde ahí, por eso, el Padre lo levantó sobre todo, y toda rodilla se dobla ante él, y toda lengua proclama: Jesucristo es Señor.
= JC es el Señor, es Señor en curva descendente y, desde ahí, ascendente.
D) Pasión: Mc 14,1-15,47
- – Aquí se nos ha proclamado el culmen… Si faltaba algo que ver en Cristo, lo hemos visto ahora ya “hasta el final”, hasta entregar su propia sangre.
- – Lo sufre todo, lo más que nos puede suceder a un hombre. Sufre él: la traición de discípulos, el abandono de la gente, la persecución de todos los poderes, el silencio del cielo, la mentira, el engaño, el juicio falso y orientado a su muerte, Barrabás, la condena, los azotes, las burlas, la vía dolorosa, la cruz…
- – Sencillamente, en silencio, contemplamos, sin palabras…, admiramos…
Y entre tanto dolor, traición y burla… algunos entendieron algo:
- – Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, que ayuda a llevar la cruz… El centurión romano: Realmente este hombre era Hijo de Dios… José de Arimatea, que pidió a Pilato el cuerpo de Jesús…
- – Y María, junto con otras mujeres, un pequeño grupo: que lo seguían para atenderlo y estuvieron al pie de la cruz.
3. Contemplando este proceso, hoy nos preguntamos cada cual:
–¿Dónde estoy yo en estas escenas?
-¿Cuál es mi concepción de Mesías?
-¿Cómo estoy yo entregando mi vida actualmente a los demás?
-¿Qué hacer yo este año para vivir bien la Semana Santa?
Antonio Aguilera