1. Comienza la Semana Santa
Con el Domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa.
Es la Pascua:
- el paso del Dios por la historia de la humanidad,
- paso de Dios que nos ilumina y nos libera.
Y es tiempo especialmente propicio para abrirnos a este paso de Dios.
¿Qué panorama hay para estas jornadas?
Este año estamos inmersos en una situación muy especial de dolor en bastantes familias, de miedo en toda la gente, de preocupación generalizada, de confinamiento en los hogares… Es duro, doloroso y triste esto.
Y, por contraste, estamos también viendo, viviendo y agradeciendo cosas muy buenas: especialmente que unas mujeres, que unos hombres expongan y entreguen su vida a favor de los demás. Ese aplauso de la población diariamente a las 8 de la tarde al personal sanitario, al personal de limpieza, de transportes, de comercios necesarios, de fuerzas de seguridad, de cuidado de los mayores, de servicio en funerarias, de personas acercando alimentos a quienes no pueden valerse, de maestros desde sus casas ayudando a los alumnos, de capellanes de hospitales… de gente muy buena que decididamente se expone a sí misma por hacer el bien a otros…
Ciertamente estamos acostumbrados, por desgracia, a ver gente que quita vida a otros haciendo el mal de variadas maneras… lo sabemos muy bien. Pero no estamos acostumbrados a contemplar y destacar que hay en la vida gente muy buena y que, puestos en la balanza, pesan más que todos los demás juntos.
La lectura de la pasión del Señor, que acabamos de escuchar, es una muestra inigualable de quien, por hacer el bien a los demás, entrega la propia vida.
Pues, hermanos, con esta mezcla de preocupación y dolor por las circunstancias que vivimos y, a la vez, de bondad en la vida de tantísimas personas, celebramos este Domingo de Ramos: tiempo muy propicio para ahondar en Dios y para caminar como buenos discípulos, como buenos hijos de Dios, como gente que se quiere y que quiere hacer el bien.
2. La Palabra de Dios hoy
A) Ramos:
- Es una parte que hoy no hemos podido escuchar, ni hemos podido celebrar la procesión de Ramos, pero que recordamos muy bien: El pueblo que aclama y acoge a Jesucristo como el Mesías enviado por el Padre…
- Reconoce en Jesús al Salvador… Él es el Esperado y la gente alfombra el camino con sus mantos y ramas de árboles.
B) Is 50,4-7: Este Mesías aclamado es un siervo, es Mesías siendo
Siervo de Yahvé.
- Siervo/discípulo: cada mañana abre el oído para escuchar a Dios: Jesús escucha al Padre, viene a hacer la voluntad del Padre.
- Siervo en el dolor: este Mesías asume el dolor de los hombres, el dolor de toda la humanidad: No me he echado atrás. Ofrecí la espalda a los que me golpeaban. No oculté mi rostro a insultos ni salivazos.
- Está seguro en Dios: Mi Señor me ayudaba, por eso no quedaba defraudado.
- Y su lengua da Buena Noticia y consuela: Se me ha dado la lengua para saber decir al abatido una palabra de aliento.
= Un Mesías discípulo, obediente, decidido, entregado… Y consolando.
C) Filipenses 2,6-11: Ese Siervo ¿quién es?Cristo es ese Siervo
- Es de condición divina, es Dios, pero se despoja de todo y toma condición de esclavo, como uno de tantos.
- Más: se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. La muerte de los malhechores, de los de los criminales, de los excluidos…
- Y desde ahí, por eso, el Padre lo levantó sobre todo, y toda rodilla se dobla ante él, y toda lengua proclama: Es el Señor.
= JC es el Señor, es Señor en curva descendente y, desde ahí, ascendente.
D) Pasión: Mt 26,14-27,66
- Aquí se nos ha proclamado el culmen… Si faltaba algo que ver en Cristo, lo hemos visto ahora ya “hasta el final”, hasta entregar su propia sangre.
- Lo sufre todo, lo más que nos puede suceder a cualquier hombre. Sufre él: la traición de discípulos, el abandono de la gente, la persecución de todos los poderes, el silencio del cielo, la mentira, el engaño, el juicio falso y orientado a su muerte, la condena, los azotes, las burlas, la vía dolorosa, la cruz…
- Sencillamente, en silencio, contemplamos, no tenemos palabras, admiramos…
Y entre tanto dolor, traición y burla… algunos entendieron algo:
- Simón de Cirene, que ayuda a llevar la cruz… El centurión y sus hombres: Realmente este hombre era Hijo de Dios… José de Arimatea, que pidió a Pilato el cuerpo de Jesús…
- Y María, junto con otras mujeres, un pequeño grupo: que lo seguían para atenderlo y estuvieron al pie de la cruz.
3. En todo este proceso:
- ¿Dónde estoy yo en estas escenas?
- ¿Cuál es mi concepción de Mesías?
- ¿Cómo estoy yo entregando mi vida hoy?
- ¿Qué hacer hoy para mejor servir a los demás?
Antonio Aguilera