1. La Palabra de Dios hoy
- ¿Qué es Dios? Dios es amor (2ª lec. 1ª Jn 4,7ss).
- ¿Cuál es su mandamiento esencial? Que os améis unos a otros como yo os he amado (Ev. Jn 15,9ss).
- ¿A dónde nos lleva Dios? El don del Espíritu se derramará también sobre los gentiles (1ª lec. Hch 10,25ss). / El Señor revela a las naciones la salvación (Sal 97).
2. Jesús nos ama y nos da el mandamiento nuevo
Lo hemos escuchado perfectamente, así se nos indica el evangelio de hoy:
- Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros
como yo os he amado.
- Y al final termina de igual forma: Esto os mando:
que os améis unos a otros.
Según el relato que acabamos de escuchar, Jesús se está despidiendo de sus discípulos, de sus amigos más cercanos (Despedida, tras la última cena). Cuando alguien se despide de sus amigos más cercanos, de sus familiares… les hace siempre buenas recomendaciones, les da buenos consejos. Recomendaciones y consejos que se recuerdan siempre…
Y así, Jesús, adquiriendo sus palabras un tono solemne, les dice lo que ha de quedar muy bien grabado en su corazón:
–Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nos dice, por tanto, a nosotros lo que quiere que hoy grabemos, para hoy y para siempre, en lo más profundo de nuestra alma.
3. Y nos da su mandamiento para vivirlo con un estilo
- Con gran alegría: Os digo esto para que mi alegría esté en vosotros, y
vuestra alegría llegue a plenitud.
- El Señor no quiere discípulos suyos amargaos, tristones… El Señor quiere niñas, niños, jóvenes, mujeres y hombres viviendo con alegría, con gozo, con ilusión, repartiendo esperanza… “Un santo triste, es un triste santo”.
- El papa Francisco escribe en La Alegría del Evangelio:
84: No siendo nunca profetas de calamidades (como decía Juan XXIII).
85: No siendo pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre.
86: Siendo personas-cántaro, que en mitad del desierto de la vida lleven
agua viva a los demás.
- Y con una alegría grande, dice Él: que vuestra alegría llegue a plenitud.
- Y para que sea así, Jesús nos pide amar al estilo propio suyo:
Como yo os he amado, dice. ¿Cómo nos ha amado Él? Como ama Dios…
- Como el Padre me ha amado, así os he amado yo: El referente, Dios Padre; os amo como el Padre, el padre bueno y fiel en toda la historia.
¿Cuántas veces el pueblo de Dios abandonó a Dios e hizo el mal? Muchas veces, pero Dios siempre fiel a ellos, junto a ellos, levantándolos del mal.
¿Cuántas veces nosotros nos hemos desviado del buen camino, del camino de Dios? Y Dios siempre a nuestro lado, levantándonos y acogiéndonos.
- Y amándonos de la misma manera que el Padre Dios, nos indica cuatro cosas muy interesantes. Dice:
1) Dando la vida por nosotros: Nadie tiene mayor amor que el que da la vida
por sus amigos. Y Él la dio, hasta el final, en la cruz. Entrega total.
2) Teniéndonos como sus amigos: A vosotros os llamo amigos. El Señor es tu
amigo, siéntete amigo de Él, cuenta con Él, cuéntale tus cosas…
3) Eligiéndonos personalmente a cada cual: Soy yo quien os ha elegido a
vosotros. Oye, es muy grande ser amigo de Cristo y elegido por Él mismo.
4) Y dándonos una misión, colaborar con Él: Os he destinado para que
vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
= Cuenta con nosotros para que, junto a Él y como Él, vayamos por todas
partes haciendo el bien, dando buen fruto.
= Vida, amigos, elección y envío.
Y en todo, como yo os he amado, como Él lo hace, que es el Maestro.
Y con oración preferente hoy por los enfermos: Pascua del Enfermo,
en la que se nos llama a Dar esperanza en la tristeza.
4. Esto es precioso y muy grande
¿Verdad que es precioso y grande todo esto de Jesús con nosotros? Nos ama, da su vida por nosotros, nos tiene por amigos, nos elige, nos da una misión…
Esto es precioso y grande.
Necesitamos fuerza especial:
- Espíritu Santo, que se derrama sobre todos nosotros: se sorprendieron de que el E. S. se derramara también sobre los gentiles (1ª lec. Hch 10,25ss).
- María cercana a nosotros: en este mes de mayo la tenemos muy presente. (todo el mes; 13-mayo, Fátima; 24-mayo: Auxiliadora). Ella camina con nosotros.
Con la fuerza del Espíritu Santo y de la mano de María, hagamos el camino que el Señor tiene para nosotros, gocemos de la alegría en plenitud y demos buenos frutos
Antonio Aguilera