Somos “buscadores”
Con habilidad y sencillez narrativa el evangelio de Juan nos presenta hoy una concentración de gente en Jerusalén, con motivo de una fiesta.
A esa fiesta han venido judíos de entre la gentilidad, judíos de fuera de Judea, de otras tierras, personas de lugares lejanos de Jerusalén.
De otros lugares, y que representan la sensibilidad, los valores, y las aspiraciones de tanta gente de su tiempo y de todos los tiempos:
- Son buscadores: Así, tantas personas; así, jóvenes en nuestro Seminario…
- Estos que muestra el evangelio de hoy quieren conocer a Jesús, han oído cosas y están interesados…
Se dirigen a Felipe, Felipe se lo dice a Andrés. Y ambos van a decírselo a Jesús.
= “Buscadores”. Siempre el ser humano está en búsqueda de felicidad, de amor, de sentido, de esperanza, de respuestas. Cada época acentúa una u otra cosa. Pero siempre buscamos algo… alguien que nos llene… ALGUIEN…
¿Cómo orientarnos bien en esa búsqueda?
A nuestras preguntas, a nuestras búsquedas, hay mucha gente ofreciendo respuestas:
- Que quieres comprar algo… te ofrecen ¡mil ofertas! …
- Que tienes que votar… unos te dirán esto, otros lo contrario, otros…
- Que quieres vivir la dimensión religiosa… este grupo, el otro, el otro…
= Todo un conglomerado de posibilidades para ofrecerte la solución. “Su” solución. Y todos tratando de ofrecerlo con buena imagen, con marketing.
Pero… ¿no os ha pasado a veces comprar algo, adquirir algo, que os pareció adecuando y luego… no era tanto, no era tan bueno, no era tan práctico?
Es decir: hay muchas ofertas respondiendo a la persona que busca, pero no todas valen, o, al menos, no todas valen igual, no todas sirven lo mismo.
¿Solución? -¿Pasar de todo? ¡Imposible! Y además no es bueno.
-¿Refugiarse cada uno en lo suyo? Todo relativo, subjetivo…
-Quizás lo mejor… ¡orientarnos bien! ¿Y quién nos orienta?
Jesús, dando su vida desde la cruz, orienta nuestra vida
- Según el evangelio, Jesús se propone como el criterio y la meta.
- Lo esencial es seguirlo a Él, él es la meta: Él es el glorificado del Padre. Lo he glorificado y volveré a glorificarlo, dice el Padre, la voz del cielo.
- Y con unos criterios:
- Pasando por la cruz: A pesar de ser Hijo de Dios, sufriendo (2ª lec).
- Siendo el grano de trigo que cae en la tierra y muere… Y así da mucho fruto (Ev). = Gastándose y desviviéndose por los demás.
- Él es quien quiere transformar nuestra vida, nuestro corazón: Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones (1ª lec., Jer).
- Él es quien quiere ser nuestro Dios y que nosotros seamos su pueblo: Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo (1ª lec., Jer)).
Llamada, por tanto, a nosotros
A vivir con sus criterios, con su orientación, como Él, que es el Maestro:
- Siendo el grano de trigo que cae en el surco, que muere y que, así, da fruto… ¡Seguro que todos nosotros queremos dar fruto, buen fruto!
- Vivir desviviéndonos nosotros… para dar vida a otros.
- Siempre, por tanto, abiertos a la llamada de Dios y de los hermanos.
Abiertos a su llamada, como vivió S. José, patrono de los Seminarios
- San José, que es patrono de la iglesia universal… y de los Seminarios.
Y este domingo es Día del Seminario… Día de “nuestro” Seminario.
- Para acercar los gentiles de quienes habla el Evangelio de hoy a Jesu-cristo, allí estuvieron Felipe y Andrés…
= discípulos de Jesús que acercan a otros a Jesús.
- Necesitamos sacerdotes, buenos discípulos de Jesús, que acerquen a tanta gente en búsqueda de vida, de sentido de vida, de orientación… a Jesús.
Y a Dios nos dirigimos con el lema de este año: Padre, envíanos pastores.
- En nuestro Seminario Menor: chavales que sienten una llamada y buscan quién los llama y a qué los llama… Se abren al Señor…
- En nuestro Seminario Mayor: jóvenes que maduran la llamada de Dios al sacerdocio y disciernen cómo mejor concretarla, cómo mejor servir…
- Todos ellos con la disponibilidad total con la que vivió san José: padre y hermano, como san José; así desea ser cada joven de nuestro Seminario.
- Colaboración nuestra con nuestro Seminario:
- Oración, diaria e insistente.
- Proponer la vocación en las familias, a los chavales, a los jóvenes…
- Aportación económica.
Antonio Aguilera