Las cosas que debemos hacer cada día, la rutina incluso de cada instante de nuestra vida, son el camino por el que podemos llegar a ser mejores personas No pretendamos hacer algo maravilloso, no. Lo que tengamos que hacer, hagámoslo bien. Como si estuviéramos realizando una obra de arte o la mayor heroicidad.
Da la sensación, a menudo, de que vivimos entre desgracias, impotencias para resolver los problemas y sacrificios sin sentido. Los cristianos solemos participar de estas