1. Una conversación en intimidad
Acabamos de escuchar en el evangelio (Jn 14) lo que nos dice Jesús hoy:
- El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.
- La paz os dejo, mi paz os doy…
- El Padre os enviará el Espíritu Santo, que os lo enseñará todo…
Según el evangelista Juan, esto es parte de la conversación que Jesús tiene con sus discípulos tras la cena pascual que han celebrado, tras la última cena.
En esa sobremesa están los justos, los Once. Judas ha salido ya a llevar a cabo sus planes; no hay ningún extraño. Y en la conversación se habla de amor intenso, -de los discípulos a Jesús: el que me ama guardará mi palabra…
–Y de Jesús a ellos: el Padre y yo vendremos y haremos morada en él.
En ocasiones nosotros andamos a la búsqueda de cosas que nos llenen…, nos afanamos por esto… y por lo otro… y por lo otro… y quedamos insatisfechos. Necesitamos algo que dé pleno sentido a nuestra vida.
Entre el Padre y el Hijo está esa plenitud, esa relación de amor que llena por completo. Y esa mutua relación de amor se llama, es, el Espíritu: el Espíritu Santo que el Padre os enviará en mi nombre, nos ha dicho Jesús.
Siguiendo a Jesús, abiertos al Espíritu, estamos viviendo en esencia algo muy profundo, algo que, a poco que abramos los ojos, nos llena por completo: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo habitando en nosotros. El Padre nos ha dado la vida; el Hijo es el camino, la luz, el Buen Pastor; el Espíritu es quien nos lo enseñará todo y quien nos vaya recordando el mensaje de Jesús.
2. ¿Qué misión trae el Espíritu para con nosotros?
“Os lo enseñará todo”, dice Jesús. ¡Qué ignorantes somos de Dios y de la vida! Dejémonos calar y enseñar: hay una sabiduría más honda que la nuestra, la de Dios; miremos con nuevos ojos, los de Dios. Discernimiento ante la vida.
- Un primer asunto que nos enseña el Espíritu: discernir bien las cosas:
- A veces hay cosas que nos parecen de mucha importancia… ¡y no! 1ª lectura (Hech 15): altercado por si había o no que circuncidarse antes de pasar a ser cristianos… Disputa en la iglesia naciente de Antioquía… Diálogo con la iglesia madre de Jerusalén… Aportaciones diversas… Y decisión: El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponeros más cargas que las indispensables.
- ¿Qué era lo esencial, lo indispensable? Ser discípulos fieles de Jesús. Las costumbres y tradiciones eran cosa secundaria.
- El Espíritu nos llama hoy a nosotros a ser iglesia de tiempo presente, iglesia para mujeres y hombres de hoy. Toda la exhortación La alegría del Evangeliopor ahí nos lo indica: anunciar el evangelio a los que están alejados “es la tarea primordial de la iglesia” (EG 15), iglesia“pueblo para todos” (EG 112), iglesia“madre de corazón abierto” (EG 46ss).
- Nos enseña también el Espíritu a abrir puertas:
- 2ª lectura, Apocalipsis (cap. 21): aquella ciudad santa de la que nos habla nos simboliza a la iglesia. Ciudad, iglesia:
- Con buenos basamentos: los doce apóstoles. ¡Buenos cimientos!
- Y con doce puertas: 3 al norte, 3 al sur, 3 al oriente, 3 al occidente. ¡Gran apertura!
- El Espíritu nos llama a ser personas con profundidad, con hondura, con raíces, bien cimentados en Jesucristo. Y, por ello, siempre abiertos a la escucha, al diálogo, a la acogida, a aprender…
(¡Qué buenas vías nos abre “La alegría del amor”para la familia!).
3. Y esto anterior, en las concreciones de cada momento
- En nuestra vida personal:apertura de mente y de corazón, formación continua, escucha, reflexión…
- En nuestra familia de sangre…
- En nuestra familia comunidad parroquial, movimiento, cofradía…
- Al votar en estas nuevas elecciones:¿Quién trabaja más? ¿Quién trabaja con más honradez? ¿Quién sirve mejor a la gente? ¿Quién facilita a la persona ser más persona? … Ningún grupo es perfecto… pero en unos hay más verdad que en otros… Seamos adultos sensatos, reflexionemos bien y participemos bien…
- En la Pascua del Enfermo:El enfermo, todo enfermo, es miembro de la
comunidad parroquial…
Enfermos, sanitarios, cuidadores, pastoral de la salud…
= Vivamos ser morada del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
En los acontecimientos cotidianos.
4. Y María, presente, llevándonos de la mano
Cerrando ya en esta semana el mes de Mayo…
María más presente…
D. Antonio Aguilera