Nació en Toledo hacia el año 566. Sirvió en la corte de los reyes visigodos, como responsable de los asuntos públicos en tiempos del rey Sisebuto. Era hombre muy erudito y distinguido diplomático. Como representante del rey, asistió al Concilio de Toledo en 589 y firmó las actas. Ya por entonces se sentía inclinado a la vida religiosa. San Ildefonso, que más tarde recibiría el diaconado de manos de Eladio y posteriormente le sucedería en la sede arzobispal, cuenta su vida en “Viris Illustribus” y dice que iba con frecuencia al monasterio de Agali, en las orillas del Tajo, donde ayudaba a los hermanos legos en las labores del campo y transportaba al monasterio los sacos de semillas. La llamada de Dios se hizo tan insistente, que abandonó el mundo e ingresó en el monasterio. En 605 fue elegido abad. A la muerte del arzobispo toledano Aurasio, en 615, se vio obligado a aceptar ser ordenado arzobispo, con gran disgusto por su parte. Fue extraordinariamente generoso con los pobres. Murió en el año 633 y poco después fue aclamado como santo.
Otros santos del día:
• En Beth Lapat, en el reino de los persas, hoy Gundeshapur, en Irán, pasión de los santos mártires Sadoth, obispo de Seleucia, y ciento veintiocho compañeros, presbíteros, clérigos y vírgenes consagradas, que, rechazando adorar el sol, fueron apresados y, después de crueles tormentos, sufrieron la muerte por sentencia real († 342).
• En Constantinopla, hoy Estambul, en Turquía, san Tarasio, obispo, insigne por su piedad y su erudición, que inició el Concilio Niceno II, en el cual los Padres defendieron el culto de las santas imágenes († 806).
• En el monasterio de Céntula, en la región de la Galia Ambianense, hoy en Francia, san Angilberto, abad, que, dejando los cargos palatinos y militares, y con el consentimiento de su esposa Berta, que también recibió el santo velo, abrazó la vida monástica y rigió con éxito dicho monasterio († 814).
• En Coimbra, en Portugal, san Teotonio, que peregrinó dos veces a Jerusalén y, después de recusar la custodia del Santo Sepulcro, volvió a su patria y fundó la Congregación de Canónigos Regulares de la Santa Cruz († hacia el año 1162).
• En Roma, beato Juan de Fiésole, apellidado “Fray Angélico”, presbítero de la Orden de Predicadores, que, siguiendo de cerca a Cristo, lo que contemplaba interiormente lo expresaba en sus pinturas, para atraer a los hombres a los bienes eternos († 1455).
• En Londres, en Inglaterra, beato Guillermo Harrington, presbítero y mártir, oriundo del condado de York, el cual, durante el reinado de Isabel I, por razón de su sacerdocio ejercido en Inglaterra fue condenado a ser decapitado y alcanzó la corona del martirio en Tyburn († 1594).
• También en Londres, beato Juan Pibush, presbítero y mártir, que, encarcelado varias veces reinando Isabel I, fue condenado a muerte a causa de su condición sacerdotal, y se cumplió la sentencia en Southwark, siendo ahorcado y seguidamente descuartizado († 1601).
• En la ciudad de Uchangfou, en la provincia de Hupei, en China, san Francisco Régis Clet, presbítero de la Congregación de la Misión y mártir, que, durante treinta años, y en medio de grandes dificultades, anunció el Evangelio, pero, denunciado por un apóstata, después de una larga cautividad fue estrangulado por su condición de cristiano († 1820).
• En Guizhou, ciudad de China, san Juan Pedro Néel, presbítero de la Sociedad de Misiones Extranjeras de París, que, acusado por predicar la fe cristiana, fue atado a la cola de un caballo y arrastrado un largo trecho, sometido a todo género de burlas y tormentos, y finalmente degollado. Con él sufrieron el martirio los santos Martín Wu Xuesheng, catequista, Juan Zhang Tianshen, neófito, y Juan Chen Xianheng († 1862).
• En Bérgamo, en Italia, santa Gertrudis (Catalina) Comensoli, virgen, que fundó una congregación de religiosas para la adoración del Santísimo Sacramento y la educación de la juventud († 1903).
• En Rzeszow, en Polonia, beato Jorge Kaszyra, presbítero de la Congregación de los Clérigos Marianistas y mártir, que, durante la ocupación militar en tiempo de guerra, fue quemado por los perseguidores de la Iglesia a causa de su fe en Cristo († 1943).
(Del Martirologio Romano)