El Papa Francisco ha visitado Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, del 3 al 5 de febrero. Ha asistido a diversos actos y el último día presidió la Eucaristía en el estadio Zayed Sports City, a la que han asistido ciento treinta mil personas, entre las que llenaban el recinto y las que se quedaron en el exterior asistiendo a la misma a través de las pantallas. Esta ha sido la primera misa de un Papa en la península Arábiga.
El Santo Padre ha pedido a los cristianos que sus comunidades “sean oasis de paz”, que trabajen por “conservar la paz, la unidad” y por “haceros cargo los unos de los otros, con esa hermosa fraternidad que hace que no haya cristianos de primera y de segunda clase”. Habló a los fieles sobre las Bienaventuranzas e invitó a todos a ser felices a la luz del Evangelio: “Si estás con Jesús; si amas escuchar su palabra como los discípulos de entonces; si buscas vivirla cada día, eres bienaventurado. No serás bienaventurado, sino que eres bienaventurado”.
Con el Gran Imán de Al-Azahar, Ahamad al-Tayyed, firmó, la víspera, un documento sobre la “Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común.” En Él se resalta que la fe lleva al creyente a ver en el otro a un hermano que debe sostener y amar. Por la fe en Dios, que ha creado el universo, las criaturas y todos los seres humanos -iguales por su misericordia-, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, protegiendo la creación y todo el universo y ayudando a todas las personas, especialmente los más necesitados y los pobres”.
En este documento, se hace una invitación a la reconciliación y a la fraternidad entre los creyentes, incluso entre los creyentes y los no creyentes, se hace un llamamiento a toda conciencia viva que repudia la violencia aberrante y el extremismo ciego.
El Papa valoró, en su viaje de regreso a Roma, el texto firmado con estas palabras: “El documento fue preparado con mucha reflexión y también orando. Tanto el gran Imam con su equipo como yo con el mío, hemos rezado tanto para lograr hacer este documento. Porque para mí solo hay un gran peligro en este momento: la destrucción, la guerra, el odio entre nosotros. Si nosotros creyentes no somos capaces de darnos la mano, abrazarnos, besarnos e incluso orar, nuestra fe será derrotada. Este documento nace de la fe en Dios, que es el Padre de todos y el Padre de la Paz. Condena toda destrucción, todo terrorismo, desde el primer terrorismo de la historia que es el de Caín. Es un documento que se ha desarrollado en casi un año, con ida y vuelta, oraciones … se ha dejado madurar, un poco confidencial, no para dar a luz al niño antes de tiempo. Para que sea maduro”.
Ver documento completo sobre la fraternidad humana:
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Conferencia de prensa en el avión de regreso a Roma: