Ante los que no son creyentes podemos tener diferentes comportamientos. Uno de ellos, y es el más correcto, es intentar que conozcan nuestra fe y la acojan como suya. Libremente. Sin coacciones. Sin violencia. Sin sentirnos superiores. Siguiendo el ejemplo de Jesús y de tantos hermanos nuestros que nos han dejado marcado el camino. Con humildad por nuestra parte y con el ejemplo de nuestras vidas. Que nos reconozcan por nuestras obras.
El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio del amor total de un Dios que busca el bien de todos y cada uno de