Solamente si nos reconocemos pequeños, pecadores y mendigos del perdón de nuestro Padre Dios y del de los hermanos, podremos transitar por la senda de la virtud, que es por donde debemos caminar siempre. Por eso es preciso que no cedamos nunca a las tentaciones que nos impelen a considerarnos fuertes, superiores a los otros y merecedores de alabanza, porque la soberbia nos alejará del Reino.

Nuestra sociedad necesita de manera urgente que los creyentes transmitamos el mensaje evangélico a todos los hombres, en todas partes y con todos los medios



![Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino (Cristo Rey) [Rezando al caer de la tarde] Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino (Cristo Rey) [Rezando al caer de la tarde]](https://live.staticflickr.com/65535/54939245647_c5d636324d_h.jpg)

