Ser cristiano tiene como eje esencial de la doctrina el servir a Dios y a los demás por amor a Dios. En esto queda resumido todo el mensaje evangélico. Por eso, buscar el bien de todos debe estar por encima de los intereses particulares de cada uno. Si así lo hacemos, con toda seguridad que acabamos con muchos problemas de convivencia social. Los creyentes en Jesús tenemos por delante mucho que hacer en este campo.
Nuestra esperanza cristiana nos ha de llevar a derrotar el desánimo que a menudo nos rodea por todas partes. Un desánimo que se palpa en