Ve al desierto y recárgate
Jesús fue llevado al desierto para ser tentado. Jesús acepta el reto y llega hasta el final. Su confianza inquebrantable en el Padre le lleva a salir victorioso de ese encontronazo con el Diablo. Somos tentados en más de una ocasión y Jesús nos enseña y anima porque se puede vencer poniendo nuestra confianza en el Padre, que nos fortalece.
¡Feliz Cuaresma!
Francisco José Ruiz Guillot