Una pequeña semilla de fe hará de mi desierto un jardín
Es sorprendente cómo algo tan pequeño e insignificante como una semilla puede convertirse en algo tan grande como un árbol o sorprendente como un gran plantío.
La semilla es la comparación más precisa del Evangelio y de la fe. Es algo pequeño, sencillo, pero conforme va entrando en el corazón, en la vida de la gente se va arraigado y creciendo convirtiéndose en un jardín lleno de vida y hermosura.
La semilla del Evangelio con forme crece alucina a aquellos que la han albergado para que crezca y aquellos que han seguido el proceso del seguimiento.
Deja que crezca libremente para que libremente des frutos.
Feliz domingo. Buena semana
Francisco José Ruiz Guillot