Sin la piedra angular la iglesia se hunde
Cristo en el centro de nuestra vida. Cristo reclama nuestros frutos, nuestros dones y nos recuerda que no somos dueños, sino empleados en su viña. Seamos agradecidos y respetemos el proyecto de Dios en nuestra vida.
Feliz Domingo. Buena semana.
Francisco José Ruiz Guillot