Movidos por el viento del Espíritu: energía eólica que renovará la faz de la tierra
Necesitamos un soplo de aire fresco en nuestras vidas, que ventile la oxigenación cargada de una vida cerrada en si misma. Este aire fresco es el soplo de Jesús, resucitado.
La energía eólica del Espíritu del Resucitado renueva nuestra vida y nuestro mundo.
Sopla Señor de la vida tu Espíritu fresco y renovador para que nuestra vida sea una bocanada de aire nuevo en nuestro mundo.
Feliz segundo domingo de Pascua. Buena semana.
Francisco José Ruiz Guillot