Grita No a los engranajes del mal que aplastan y oprimen
El grito de Jesús es un grito para la libertad, para devolverle a la humanidad la libertad que habíamos perdido a causa del pecado.
Jesús grita no a la indiferencia, a los autoritarismos, a la falta de libertad religiosa, a la deficiencia ética en las cuestiones sociales, económicas, políticas y de la biología humana. No a todo lo que esclaviza y aplasta al hombre.
En la autoridad de su enseñanza y de sus actos está implícito el SI a la verdadera humanidad que quiere vivir desde el Evangelio.
Feliz domingo. Buena semana.
Francisco José Ruiz Guillot