Entra en mi vida sin llamar, con fe te abro mi corazón
El cerrojo cerrado de Tomás lo abre Cristo cuando le muestra sus manos y el costado abierto. Jesús resucitado es el mejor cerrajero del corazón. Ya no hay puertas cerradas, no hay miedos, sólo hay esperanza y confianza, pues Él ha Resucitado y entra en tu vida sin llamar.
Feliz domingo. Buena semana.
Francisco José Ruiz Guillot