Avanzamos en el camino de la Cuaresma. Llegamos al tercer domingo. A la luz del Evangelio de este día Jesús nos invita a dejar que Él cave en nuestra vida, nos pode, nos corte aquello que nos estorba y nos abone con su amor y su ternura. Jesús es el árbol lleno de frutos buenos que nos invita a cada uno a dar frutos con nuestras obras. Su paciencia con nosotros es grande: «déjala todavía este año», la higuera, ciertamente nos puede sorprender.
Salvador Gil Canto