Jesús es conducido al desierto por el Espíritu donde será tentado. Durante cuarenta días Jesús experimenta otros modos de ser y de vivir que no son los que el Padre Dios quiere para Él.
Tener, poder, vencer son las tentaciones que están presentes en nuestra vida. También en la de Jesús. Vivamos este tiempo desde la oración y la conversión. Intensifiquemos nuestra vida interior, así saldremos fortalecidos para hacer el bien.
Salvador Gil Canto