Deja tu vitrina y salta para ser vaso, lleno de agua viva
Dejar atrás la vida cómoda y comenzar a disfrutar de entregar la vida como un buen discípulo, es a lo que Jesús nos llama cada día. Nos podemos preguntar ¿Cómo puedo yo hacer eso? Jesús nos lo deja muy claro.
En primer lugar deja de buscarte a ti mismo y sal a buscar a los demás para acogernos con hospitalidad. Cuando uno encuentra al prójimo encuentra el sentido de su vida.
Después viene una exigencia no busques recompensa egoísta, busca entregarte para que tu recompensa venga de nuestro Padre.
Y sobre todo descubre la alegria de ser frescura para la Vida cansada y sedienta del otro.
Feliz Domingo. Buena semana.
Francisco José Ruiz Guillot