Cuando la tormenta nos zarandea despiértate y tráenos tu calma
Hay tormentas en nuestra vida que nos hacen creer que nos vamos a pique, que no hay claridad ni rumbo.
Entonces gritamos intentando llamar la atención de Jesús, que creemos dormido. Él nos ayuda a confiar y a darnos cuenta que atándonos a Él encontramos seguridad, calma y orientación en nuestra vida.
Cuando la tormenta sea más fuerte cógete a Jesús y con Él todo llegará a la calma.
Feliz domingo. Buena semana
Francisco José Ruiz Guillot