Con tocarte solo un poquito con fe me sanas
La gente se agolpaba para tocar a Jesús y Él no ponía resistencia ni límites a la necesidad de los otros.
Si algo nos enseña Jesús es a ser discípulos en medio del ajetreo de la gente, discípulos que se dejen tocar y que tengamos la necesidad de tocarlo.
En el roce con Jesús se desvela la acción salvadora de Dios, deja que el Señor te devuelve la dignidad, la vida, la humanidad, acercándote y tocándole el filo de su manto.
Feliz domingo. Buena semana
Francisco José Ruiz Guillot