Como siervos llenamos de agua, solo Tú lo convertirás en Vino
Con Jesús comienza la verdadera fiesta. Al inicio de cada semana experimentamos la alegría que nos proporciona Jesús y que llena toda la semana. Jesús toca el mundo insípido y lo convierte en alegría. Jesús manifiesta su amor convirtiendo nuestro agua en vino, la tristeza en alegría, lo pequeño en grande.
En esta semana escuchemos la voz de María que nos dice: «Haced lo que él os diga», y pongamos en obras las palabras del Maestro.
Feliz domingo. Buena semana
Francisco José Ruiz Guillot